DE TAN SENCILLO PRINCIPIO
Nuestro principio es una solitaria y humilde célula, pero esa célula proviene de una historia de miles de millones de años. De ella y de su pasado derivamos como individuos, con nuestros mejores ángeles y nuestros peores demonios. Durante el intento de descripción y evaluación de esa historia, que es el objetivo de este libro, nos vamos a reencontrar frecuentemente con el fenómeno de la evolución. La luz que arroja sobre la vida es clarificadora, resplandeciente y alcanza cada rincón de su conocimiento e investigación. Se tratará en este libro sobre la evolución de la materia y sobre la evolución biológica de las especies, pero también del impacto de esa evolución en cómo se han configurado nuestros instintos y pasiones o nuestra razón y en cómo han aparecido y se han desarrollado nuestras creencias y sociedades.
Paul Gauguin, en su pintura titulada originalmente en francés “D’où venons nous? / Que sommes nous? / Où allons nous?” (¿De dónde venimos? / ¿Qué somos? / ¿Dónde vamos?), nos dejó preguntas que han permanecido con el género humano probablemente cientos de miles de años. Su vida también nos dejó un ejemplo de lo difícil que es encontrar la felicidad, incluso en la Polinesia, que percibimos como un paraíso de ensueño. Este libro intenta aproximarse a esas preguntas empleando enseñanzas de grandes pensadores y maestros de la ciencia, como Charles Darwin, Edward Osborne Wilson, Jared Diamond, Steven Pinker, Frans de Waal, Yuval Noah Harari y muchos otros.
La primera parte (“D’où venons nous?”) trata de la aparición del universo, del sistema solar y de nuestro planeta, un oasis de vida en el vacío del cosmos. Ya que la vida parece ser un resultado programado de la evolución de la materia, en base a las leyes físicas que rigen nuestro universo, quizá nuestro hogar sea sólo uno de muchos oasis. Así lo hacen pensar las características de seres que viven en condiciones extremas, propias de otros mundos, pero dentro del nuestro. En esta parte se revisará brevemente cómo pudo originarse por primera vez la vida y la cronología de su evolución hasta tiempos cercanos al presente, incluyendo la aparición de los primates, el gran conjunto de especies al que pertenecemos. También se revisará cómo pudieron configurarse elementos de nuestra naturaleza, tales como la inteligencia, la cultura o la moralidad, con rasgos que son comunes a otros animales, especialmente a los mamíferos. Finalmente, se presentará el muy numeroso grupo de géneros y especies diferentes que pertenecieron a nuestro tronco evolutivo común, los homíninos, incluyendo los otros miembros también desaparecidos de uno de sus varios géneros, Homo. Su actual ausencia nos hace percibir una enorme distancia y sentir una enorme superioridad con respecto a todas las demás especies animales vivas.
La segunda parte (“Que sommes nous?”) se enfoca sobre nuestra especie, cómo se extendió por el planeta, por qué apareció la razón durante la evolución y con qué objeto. También sobre las características que configuran nuestra naturaleza y condición humana, sobre la aparición y evolución de las sociedades humanas y el papel jugado por la religión en ello. Aborda cómo Homo sapiens se ha ido adaptando a lugares y ambientes muy distintos de donde evolucionó por primera vez, África, así como de la manera en que nuestros antepasados comenzaron a modificar la naturaleza para adaptarla a nuestra especie.
La última parte (“Où allons nous?”) discute las amenazas a nuestra especie, a la naturaleza y a nuestro planeta, derivadas del crecimiento exponencial de la modificación del medio ambiente, a causa, entre otras razones (que incluyen la propia condición humana), de la superpoblación. Estas amenazas contrastan con el enorme progreso realizado en la salud, la longevidad e incluso en el nivel de vida de la mayor parte de la humanidad, que podrían descabalgar definitivamente los cuatro jinetes del apocalipsis, si llegamos a cumplir objetivos tan evidentes como los propuestos por la Organización de las Naciones Unidas. Cumplir los objetivos de desarrollo sostenible, en un mundo que ha alcanzado un desarrollo económico y técnico difícil de concebir hace muy poco tiempo, podría sacar a toda la humanidad de la pobreza y el hambre, a la vez que se mantiene, aún es posible, una naturaleza no muy distinta del paraíso que habitaron los primeros humanos.