We come from Earth, this planet, our planet. Earth’s initial nucleus grew with collisions of more materials. These collisions, together with the presence of radioactive atoms, and increasing pressure as the initial Earth’s core size increased, generated enough heat to keep the materials molten. This time corresponds to the Hadean eon (after Hades, the god of Greek underworld), the first eon of our world, which ended 4.2 billion years ago.
Earth’s solid, ball-shaped inner core (at about 6,000 °C) is mainly made up of iron and nickel. Its inner core is surrounded by an outer core, a liquid layer of iron and nickel whose movement creates a magnetic field that protects the Earth from radiation, facilitating the appearance and existence of life. Without Earth's magnetic field we would not exist.
Above the outer liquid core are the mantle and the crust, distant from the inner core between 5,100 and 6,300 km (1). The primitive atmosphere, rich in carbon dioxide, water vapor, and nitrogen, appeared above the crust (2).
About 4.5 billion years ago, a Mars-sized protoplanet called Theia collided with our planet. The crash caused the formation of the Moon and displaced Earth's north-south axis 23.5 degrees with respect to the plane of its orbit around the Sun (2). This inclination is responsible for Earth’s four annual seasons, so relevant for how life forms evolved later, a fact more evident in the case of plants. In addition, the presence of the Moon modified the duration of the day, from the initial 5 hours to the current 24 hours, with no less influence on life (3). We are the result of two spheres colliding, like a play in American pool game or in carambole French billiards. A cosmic carambole.
But Theia wasn't the only impact on Earth. There was a large bombardment of meteorites and comets between 4.4 and 3.8 billion years ago, which might question whether life could have first appeared during this period (4). More about this subject on future posts on the origin of life.
Versión en español:
Venimos de la Tierra, de este planeta, de nuestro planeta. El núcleo inicial de la Tierra creció con colisiones de más materiales. Estas colisiones, junto al aumento de la presión a medida que aumentaba el tamaño inicial del núcleo de la Tierra, generaron suficiente calor para mantener los materiales fundidos. Este tiempo corresponde al eón Hádico (Hades era el dios del inframundo griego), el primer eón de nuestro mundo, que terminó hace 4.200 millones de años.
El núcleo interno sólido de la Tierra es esférico y está a unos 6.000 ° C. Se compone principalmente de hierro y níquel. Está rodeado por un núcleo externo, una capa líquida de hierro y níquel cuyo movimiento crea un campo magnético que protege a la Tierra de la radiación, facilitando la aparición y existencia de vida. Sin el campo magnético de la Tierra no existiríamos.
Por encima del núcleo líquido externo se encuentran el manto y la corteza, distantes del núcleo interno entre 5.100 y 6.300 km (1). La atmósfera primitiva, rica en dióxido de carbono, vapor de agua y nitrógeno, apareció por encima de la corteza (2).
Hace unos 4.500 millones de años, un protoplaneta del tamaño de Marte llamado Theia colisionó con nuestro planeta. El accidente provocó la formación de la Luna y desplazó 23,5 grados el eje norte-sur de la Tierra con respecto al plano de su órbita alrededor del Sol (2). Esta inclinación es responsable de las cuatro estaciones anuales de la Tierra, tan relevantes para cómo evolucionaron las formas de vida más tarde, un hecho más evidente en el caso de las plantas. Además, la presencia de la Luna modificó la duración del día, de las 5 horas iniciales a las 24 horas actuales, con no menos influencia sobre la vida (3). Somos el resultado de dos esferas chocando, como una jugada en un juego de billar, una carambola cósmica.
Pero Theia no fue el único impacto sobre la Tierra. Hubo un gran bombardeo de meteoritos y cometas hace entre 4.400 y 3.800 millones de años, lo que podría cuestionar si la vida podría haber aparecido por primera vez durante este período (4). Más sobre este tema en futuras publicaciones sobre el origen de la vida.
Picture: Earth Science and Remote Sensing Unit, NASA Johnson Space Center. https://www.nasa.gov/image-feature/apollo-17-blue-marble.
References / Referencias:
1. Robert M. Hazen. Symphony in C. Carbon and the evolution of almost everything. W. W. Norton & Company, New York, 2019.
2. David Christian. Origin Story: A big history of everything. Allen Lane, Penguin Random House UK, London, 2018.
3. One strange rock, documentary from National Geographic. https://onestrangerock.com; Accessed January 10, 2022.
4. Peter Ward and Joseph Kirschvink. A new history of life: The radical new discoveries about the origins and evolution of life on earth. Bloomsbury Publishing, London, 2015.
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