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Intelligences and Cultures (III): Macaques and Benjamin Franklin / Macacos y Benjamín Franklin

Updated: Jan 19, 2023

Intelligences and cultures (III)


Macaca fuscata



The first case of cultural transmission—the ability to pass knowledge on from one individual to another even across generations—that was observed in animals occurred in primates. It consisted of the practice of washing sweet potatoes by a group of macaques (Macaca fuscata) from Koshima Island in Japan (1). After this initial observation cultural transmission findings in primates multiplied rapidly.


An important difference between chimpanzees and other animals is that the individuals from our closest living species not only use tools, they can manufacture them. Jane Goodall watched in 1960 a chimpanzee bent a twig, stripped off it leaves, and used it to “fish” termites from their nest (see: https://vimeo.com/5004514). Up until then, the ability to make and use tools had been considered uniquely human (1,2). Now we continue to discover other primates that use tools. For example, Capuchin monkeys (Cebus apella), which are small but very intelligent animals, use stones as tools to split seeds. In some cases, the stones are large and as heavy as 30% of the monkey’s own weight. Another case of tool-use is seen in the Hainan gibbon (Nomascus hainanus), an endangered primate with only about thirty individuals remaining. To avoid possible dangers for gibbons along the jungle’s ground, professional tree climbers from a nature conservation group placed ropes connecting distant trees. The apes learned to use the ropes, which allowed them to move safely, as can be seen in this video.


About 30 years ago, at the Uluwatu temple in Bali, Indonesia, macaques learned a practice that has since been transmitted culturally among them. It consists of taking property from tourists, such as hairpins, camera bags, wallets, glasses, and mobile phones. So far, this doesn't seem very surprising, and it happens also in other places, like Buddhist temples in Nepal. But the macaques have also learned what things are most valuable and how to negotiate for food rewards comparable to the value of the stolen items in order to return them. In some cases, negotiations between the macaque and the tourist, with the mediation of the temple staff, lasted more than fifteen minutes (3). This is possibly the first case of trade between two different species of non-extinct primates. In the future, the World Trade Organization (WTO) may have to add "Interspecies" to its name.


Sometimes primates not only demonstrate their intelligence, but they can also be an example for us on how to deal with misfortunes. In 2017, Hurricane María devastated the small island of Cayo Santiago, near Puerto Rico. The island was inhabited by over one hundred rhesus macaques (Macaca mulatta, a species of Old World monkey) of which the vast majority survived, despite having lost about two-thirds of the island's vegetation upon which their diet depends. The rhesus macaques adopted more social habits than before the hurricane, seeking the support of the other members of the colony and sharing food (4). Meaning no disrespect, the attitude of these macaques in such a complicated situation could be compared to when Benjamin Franklin told others committed to the U.S. independence, "We must, indeed, all hang together or, most assuredly, we shall all hang separately (5).”




Benjamin Franklin



However, not everything is peaceful or ingenuous in primates’ relationships—as we humans also make evident. Using deception, primates have been observed to issue false warnings about the presence of a bird of prey in order to steal food from group members who raise their eyes in search of the predator (1). Gorillas and orangutans practice joking, mocking, and deception. For example, they reach out to offer some object to another member of the group, then immediately remove it when that member attempts to grab it (6). Orangutans patiently pull screws and nuts out of their cages for weeks, hiding the fasteners from their caregivers’ sight, until they manage to escape like the Count of Montecristo (1).




Spanish version / versión en Español (ver fotos más arriba).



El primer caso de transmisión cultural que se observó en animales (entendido como la capacidad de transmitir el conocimiento de un individuo a otro incluso a través de generaciones) ocurrió en primates. Consistió en la práctica de lavar batatas por un grupo de macacos (Macaca fuscata) de la isla de Koshima en Japón (1). Después de esta observación inicial, los hallazgos de transmisión cultural en primates se multiplicaron rápidamente.


Una diferencia importante entre los chimpancés y otros animales es que los individuos de una de nuestras especies vivas más cercanas no sólo usan herramientas, sino que pueden fabricarlas. Jane Goodall observó en 1960 a un chimpancé doblar una ramita, quitarle las hojas y usarla para "pescar" termitas de su nido (ver: https://vimeo.com/5004514). Hasta entonces, la capacidad de hacer y usar herramientas se había considerado exclusivamente humana (1,2). Ahora seguimos descubriendo otros primates que utilizan herramientas. Por ejemplo, los monos capuchinos (Cebus apella), que son animales pequeños pero muy inteligentes, usan piedras como herramientas para partir semillas. En algunos casos, las piedras son grandes y tan pesadas como el 30% del propio peso del mono. Otro caso de uso de herramientas se observó en el gibón de Hainan (Nomascus hainanus), un primate en peligro de extinción con sólo una treintena de individuos restantes. Para evitar posibles peligros para los gibones al desplazarse por el suelo de la selva, profesionales de un grupo de conservación de la naturaleza colocaron cuerdas conectando árboles distantes. Los simios aprendieron a usar las cuerdas, lo que les permitió moverse con seguridad, como se puede ver en este video.


Hace unos 30 años, en el templo de Uluwatu en Bali, Indonesia, unos macacos aprendieron una práctica que desde entonces se ha transmitido culturalmente entre ellos. Consiste en tomar propiedades de los turistas, como horquillas, bolsas de cámaras, billeteras, gafas y teléfonos móviles. Hasta ahora, esto no parece muy sorprendente, y sucede también en otros lugares, como los templos budistas en Nepal. Pero los macacos también han aprendido qué cosas son más valiosas y cómo negociar recompensas de alimentos proporcionales al valor de los artículos robados, antes de devolverlos. En algunos casos, las negociaciones entre el macaco y el turista, con la mediación del personal del templo, duraron más de quince minutos (3). Este es posiblemente el primer caso de comercio entre dos especies diferentes de primates no extintos. En el futuro, la Organización Mundial del Comercio (OMC) puede tener que agregar "Interespecies" a su nombre.


A veces, los primates no sólo demuestran su inteligencia, sino que también pueden ser un ejemplo para nosotros sobre cómo lidiar con las desgracias. En 2017, el huracán María devastó la pequeña isla de Cayo Santiago, cerca de Puerto Rico. La isla estaba habitada por más de cien macacos rhesus (Macaca mulatta) de los cuales la gran mayoría sobrevivió, a pesar de haber perdido alrededor de dos tercios de la vegetación de la isla de la que depende su dieta. Los macacos rhesus adoptaron más hábitos sociales que antes del huracán, buscando el apoyo de los demás miembros de la colonia y compartiendo alimentos (4). Sin pretender faltar al respeto, la actitud de estos macacos en una situación tan complicada podría compararse con cuando Benjamín Franklin dijo a otros comprometidos con la independencia de los Estados Unidos: "Debemos, de hecho, todos permanecer unidos o, lo más seguro, todos colgaremos por separado (5)".


Sin embargo, no todo es pacífico o ingenuo en las relaciones entre primates, como también hacemos evidente los humanos. Usando el engaño, se ha observado que los primates emiten falsas advertencias sobre la presencia de un ave rapaz para robar comida de otros miembros del grupo mientras levantan los ojos en busca del depredador (1). Los gorilas y los orangutanes practican la broma, la burla y el engaño. Por ejemplo, se acercan para ofrecer algún objeto a otro miembro del grupo, luego lo esconden inmediatamente cuando ese miembro intenta agarrarlo (6). Los orangutanes sacan pacientemente tornillos y tuercas de sus jaulas durante semanas, ocultando las piezas de la vista de sus cuidadores, hasta que logran escapar, como el Conde de Montecristo (1).


Images / Imágenes:


CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons.


Benjamin Franklin (after / cuadro de: Joseph-Siffred Duplessis). https://commons.wikimedia.org/wiki/File:BenFranklinDuplessis.jpg. Public domain, via Wikimedia Commons.



References / Referencias


1. Frans de Waal. Are we Smart Enough to Know How Smart Animals are? W.W. Norton & Company, Inc., New York, NY, 2016.

2. Andrew Whiten. The burgeoning reach of animal culture. Science 2021: Vol. 372, Issue 6537, eabe6514. DOI: 10.1126/science.abe6514.

3. Leca J-B, Gunst N, Gardiner M, Wandia IN. 2021 Acquisition of object robbing and object/food-bartering behaviours: a culturally maintained token economy in free ranging long-tailed macaques. Phil. Trans. R. Soc. B 376: 20190677. https://doi.org/10.1098/rstb.2019.0677.

4. Camille Testard et al. Rhesus macaques build new social connections after a natural disaster. Current Biology 31(11): 2299-2309.e7, 2021. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2021.03.029.

5. Benjamin Franklin Quotes. BrainyQuote.com, BrainyMedia Inc, 2021. https://www.brainyquote.com/quotes/benjamin_franklin_151597, Accessed on October 7, 2021.

6. Lucy Hicks. ‘Playful teasing’ in apes could provide clues to the evolutionary roots of early humor. DOI:10.1126/science.abf0855.

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