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  • jijorquera

Religion (V) and Economy / Religión (V) y economía

Updated: Apr 3, 2023


One of the less considered aspects of religion is its influence on the economy. Religions created important networks of solidarity and economic support. However, the promises of social, political and economic equality made by most religions have always led to disappointments. One only has to look around today anywhere in the world, especially in the most religious countries, where extreme inequality is generally the highest. Italy, Spain, the U.S.A., Russia and many countries in the Arabic peninsula are good examples (1,2).




Pope Innocentious IV / Papa Inocencio IV



Religions have always been well aware of the importance of economy. We can mention here pope Innocentious IV (1195-1254) when he talked about usury (3). The pope was against an excessive retribution of loans, and in favor of establishing a limit to interest rates. He thought that a high retribution of capital could lead the wealthy to invest their money in usury instead of in less safe activities, such as purchasing animals and tools for cultivation of the land, which he identified with what we can call “real economy”. In summary, Innocentious IV, supported investing in the productive economy. Let us compare now the pope’s concepts with what the contemporary leaders of central banks such as the U.S. Federal Reserve or the European Central Bank have been saying and doing recently, by keeping low interest rates in order to promote economic development and growth.




Christine Lagarde. President of the European Central Bank /

Presidenta del Banco Central Europeo



In Europe, the church was the biggest owner of properties in the Christian kingdoms during the middle ages and until very recently. No single nobleman (women did not have properties, rather they were the property of fathers, brothers, or husbands…) was richer than the church of his country. Not even the kings were richer than the church. At least in Europe, the church molded and shaped the rights of property during centuries, in order to ensure its own sustenance as a rich and powerful organization. We have to take into account that in the Christian church, during most of its existence, father and son inheritance rights played no role, at least theoretically. In that sense the church behaved in the past like the big modern corporations. One of the best examples is the Spanish catholic church. According to the “Catastro de Ensenada” (1750-1760) this organization owned 24% of the agricultural land in Spain (3). Besides the land, the churches from Spain and other countries also collected tithes (“diezmos” in Spanish) from different sources. The Spanish church was also involved in credits for mortgages, with land and properties as guarantees, reaching 45% of this economic activity in the seventeenth century and 70% in the eighteenth century. The wealth of the Spanish church has been estimated in, at least, 30% of all properties in Spain in 1750. This percentage is close to the values of other European countries before the French revolution of 1789, in the order of 25% to 35% (3).


In the case of Spain, all that wealth benefited mainly clergymen, which accounted for about 4.5% of the male population in the year 1700, representing about 1 in every 20 males. Together with the nobility, representing about 7.5% of the Spanish population in the year 1750, the church and the nobles owned practically all the country’s wealth. That distribution of wealth (about 10% of the population owning at least 90% of the properties) is similar to the situation in Europe at the beginning of the nineteenth Century and just a little over the current distribution of wealth in the U.S.A., where the richest 10% owns close to 75% of the wealth (3).


Extreme inequality was reduced in the democratic countries of Europe between the 1950s and the 1980s. This fact coincided with the periods of highest taxation of very high incomes and very high wealth, which reached in UK and the U.S.A about 90 % for the marginal tax rates (1,2). Those high taxation rates of the highest incomes and fortunes also coincided with the period of highest economic growth in the history of our world and with the time when a “middle class” emerged. However, inequality began growing again when the neoliberal economic concepts began to be applied, in the 1980 decade (1,2,3).


We will come back to the subject of inequality in future posts.


You may find more posts on religion in the following links of this web:



Versión en español:


Uno de los aspectos menos considerados de la religión es su influencia en la economía. Las religiones crearon importantes redes de solidaridad y apoyo económico. Sin embargo, las promesas de igualdad social, política y económica hechas por la mayoría de las religiones siempre han llevado a decepciones. Uno sólo tiene que mirar a su alrededor hoy en cualquier parte del mundo, especialmente en los países más religiosos, donde la desigualdad extrema es generalmente la más alta. Italia, España, Estados Unidos, Rusia y muchos países de la península arábiga son buenos ejemplos (1,2).


Las religiones siempre han sido muy conscientes de la importancia de la economía. Podemos mencionar aquí al Papa Inocencio IV (1195-1254) cuando hablaba de la usura (3). El Papa estaba en contra de una retribución excesiva de los préstamos y a favor de establecer un límite a las tasas de interés. Pensó que una alta retribución del capital podría llevar a los ricos a invertir su dinero en usura en lugar de en actividades menos seguras, como la compra de animales y herramientas para el cultivo de la tierra, que identificó con lo que podemos llamar "economía real". En resumen, Inocencio IV, apoyó la inversión en la economía productiva. Comparemos ahora los conceptos del Papa con lo que los líderes contemporáneos de los bancos centrales como la Reserva Federal de los Estados Unidos o el Banco Central Europeo han estado diciendo y haciendo recientemente, al mantener bajas las tasas de interés para promover el desarrollo económico y el crecimiento.


En Europa, la iglesia fue el mayor propietario de propiedades en los reinos cristianos durante la Edad Media y hasta hace muy poco. Ningún varón noble (las mujeres no tenían propiedades, sino que eran propiedad de padres, hermanos y maridos...) era más rico que la iglesia de su país. Ni siquiera los reyes eran más ricos que la iglesia. Al menos en Europa, la iglesia moldeó y dio forma a los derechos de propiedad durante siglos, con el fin de asegurar su propio sustento como una organización rica y poderosa. Tenemos que tener en cuenta que, en la iglesia cristiana, durante la mayor parte de su existencia, los derechos de herencia de padre a hijo no jugaron ningún papel, al menos teóricamente. En ese sentido, la iglesia se comportó en el pasado como las grandes multinacionales actuales. Uno de los mejores ejemplos es la iglesia católica española. Según el "Catastro de Ensenada" (1750-1760) esta organización poseía el 24% de las tierras agrícolas en España (3). Además de la tierra, las iglesias de España y otros países también recolectaron diezmos de diferentes orígenes. La iglesia española también se involucró en créditos para hipotecas, con terrenos y propiedades como garantías, alcanzando el 45% de esta actividad económica en el siglo XVII y el 70% en el siglo XVIII. La riqueza de la iglesia española se ha estimado en, al menos, el 30% de todas las propiedades en España en 1750. Este porcentaje se acerca a los valores de otros países europeos antes de la revolución francesa de 1789, del orden del 25% al 35%. (3).

En el caso de España, toda esa riqueza benefició principalmente a los clérigos, que representaban alrededor del 4,5% de la población masculina en el año 1700, es decir, aproximadamente 1 de cada 20 varones. La nobleza representaba alrededor del 7,5% de la población española en el año 1750. Entre la iglesia y los nobles se repartía prácticamente toda la riqueza del país. Esa distribución de la riqueza (alrededor del 10% de la población poseyendo al menos el 90% de las propiedades) es similar a la situación en Europa a principios del siglo XIX y sólo ligeramente inferior a la situación actual en EE.UU. dónde el 10% más rico posee en torno al 75% de la riqueza (3).


La desigualdad extrema se redujo en los países democráticos de Europa entre las décadas de 1950 y 1980. Este hecho coincidió con los períodos de mayores tasas de impuestos a las rentas y propiedades muy altas, que alcanzaron en el Reino Unido y en EE.UU. alrededor del 90% para los tipos impositivos marginales (1,2). Esas altas tasas impositivas de los ingresos y fortunas más altos también coincidieron con el período de mayor crecimiento económico en la historia de nuestro mundo y con el momento en que surgió una "clase media". Sin embargo, la desigualdad comenzó a crecer nuevamente cuando empezaron a aplicarse los conceptos económicos neoliberales, en la década de 1980 (1,2,3).


Volveremos sobre el asunto de la desigualdad en futuras publicaciones.


Puede encontrar más publicaciones sobre religión en los siguientes enlaces de esta web:




Images / Imágenes:


Pope Innocentious IV / Papa Inocencio IV. Author / Autor: Giuseppe Franco. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Papa_Innocenzo_IV.png. Public domain, via Wikimedia Commons.


Christine Lagarde. President of the European Central Bank / Presidenta del Banco Central Europeo. Author / Autor: European Parliament from EU. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Christine_Lagarde_(cropped).jpg. CC-BY-4.0: © European Union 2020 – Source: EP, via Wikimedia Commons.



References / Referencias:


1. A Brief History of Equality. Thomas Piketty. Harvard University Press. Cambridge, MA, 2022.

2. Capital in the Twenty-first Century. The Belknap Press. Cambridge, MA, 2017.

3. Capital and Ideology. Thomas Piketty. Harvard University Press. Cambridge, MA, 2020.



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